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¿Cómo saber si a mi perro o gato le duelen las articulaciones?

En: Cuidado articular Fecha: Comentario: 0

Te damos algunos consejos para saber si a tu perro o gato le duelen las articulaciones. 

A veces, saber si a nuestros peludos les duele algo es un reto. Además de que los llevemos a sus revisiones anuales rutinarias, fundamental en la prevención de cualquier enfermedad, ¿cómo saber si a mi perro o gato le duelen las articulaciones?

Los problemas articulares no sólo aparecen con la edad. Pueden ser habituales en ciertas razas, ya sea por el tamaño o por la actividad física que tengan. Y los gatos, aunque nos parezca que “se mueven menos”, no están exentos de tener estos problemas.

Entonces, es importante saber reconocer cuándo le pasa algo a mi mejor amig@, ya que poder ayudarles cuando tienen un problema, es una prioridad para cualquier amante de los animales. Vamos a ver qué signos pueden indicar dolor articular en perros y gatos y cuándo podemos sospechar que algo va mal.

Cómo identifico el dolor articular en perros

  1. Apatía o cambios de comportamiento. Cuando un perro rechaza jugar o hacer alguna otra actividad que sea habitual, debemos sospechar que algo está pasando. Por ejemplo, si sabemos que le encanta subirse al sofá o a la cama y rechaza hacerlo, es un signo de dolor articular, porque precisamente el esfuerzo para subir es el que quizá le esté haciendo daño. Igual si para salir a la calle tiene que subir o bajar escaleras, el rechazo a ciertos movimientos que son habituales, tiene que ser un signo de alarma para nosotros.

  2. Cojera o dificultad para caminar. Lógicamente si vemos al perro cojeando puede ser un signo inequívoco de dolor articular. Revisamos también que no tenga ningún cuerpo extraño en las almohadillas, que podría ser un motivo también de cojera, para cerciorarnos de que hay dolor localizado por una causa que no identificamos.

  3. Cambios en la postura en reposo. Si notamos que ha cambiado la forma en la que se sienta o se tumba, puede ser que esté buscando otra posición para aliviar un dolor articular y rebajar así la tensión sobre la zona dañada. Los cambios posturales son indicadores de que algo extraño le está ocurriendo a un peludo.

  4. Lamido excesivo de alguna zona. Cuando un perro tiene malestar o dolor en alguna zona del cuerpo, va a lamerse siempre. Esto lo sabe cualquier persona que haya compartido tiempo con un perro. Nos tiene que llamar la atención cuando el lamido sea constante, excesivo y en la misma zona. Esto nos indicará que intenta aliviar un dolor en esa zona concreta.

Cómo identifico el dolor articular en gatos

  1. Cambios de comportamiento. Sin duda, este es un punto común en perros y gatos. Los cambios de comportamiento, ya sea muestra de desinterés en jugar, evitar subirse a los sitios habituales o tendencia a esconderse más de lo normal, puede hacernos sospechar que algo ocurre. Como ya sabemos los dueños de gatos, normalmente tienden a esconderse, pero hacerlo más de lo habitual o no acudir a las señales que serían normales, como el relleno de su bol de comida, puede hacernos saltar las alarma.
  2. Descuido de la higiene. Es muy conocido que los gatos son muy limpios y llevan su higiene personal (o gatuna en este caso) a rajatabla. El hecho de que un gato orine fuera del arenero o se encuentre despeinado sin acicalar, nos puede dar pistas sobre su estado de salud. Esa falta de acicalamiento puede ser en algunas zonas concretas y si vemos que está descuidad@ en las articulaciones puede indicarnos que sean esas zonas las que les están doliendo. Eso sí; hay que tener buen ojo, porque es complicado de detectar, los gatos suelen esconder sus dolores al sentirse vulnerables y no es nada fácil saberlo. Aunque si eres un dueñ@ de gato experimentad@, seguro que sabes de lo que hablamos.
  3. Rigidez al levantarse. La mayoría de los gatos pasan mucho tiempo tumbados y, como ya sabemos, lo que más les gusta hacer al levantarse es estirarse. Si notas que tu gato al levantarse tiene cierta rigidez, se estira menos o incluso le cuesta un poco iniciar el paso cuando se levanta, sin duda es un signo inequívoco de dolor articular.

¿Qué debo hacer si mi perro o gato tienen dolor articular?

Si es una cuestión puntual, lo ideal es acudir al veterinario para descartar alguna posible lesión. Pero, como decíamos al principio, en algunas razas sobre todo de perro el dolor articular es habitual por el peso y la actividad física. Por ello cuidar su alimentación y complementarla con condroprotectores pueden ayudarles a sentirse mejor y, sobre todo, a no sufrir un desgaste temprano de las articulaciones. Ingredientes como la glucosamina, la condroitina y la membrana de huevo, ayudarán a perros y a gatos a mantener sus articulaciones en forma.

Nunca está de más prevenir futuros problemas articulares. Cuidar las articulaciones de nuestros peludos de forma natural, es más que recomendable. Por ello, te aconsejamos echar un ojo a nuestra gama Flex y a nuestros packs articulares, para ayudar a tu peludo a tener unas articulaciones saludables y en forma.

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