Efectos del contacto con la oruga procesionaria en perros

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Este año, debido a las altas temperaturas que se han presentado en las últimas semanas, vuelve a adelantarse la proliferación de orugas procesionarias del pino. Es por ello que queremos hablarte de los efectos del contacto con la oruga procesionaria en perros. Como ya sabes, este pequeño animal es muy peligroso para nuestros peludos, pero ¿cuáles son los efectos que pueden provocar? Te los contamos.

¿Cómo reconocerlas?

Es sencillo, ya que su propio nombre las define bien. Se caracterizan por tener un vello muy peculiar, son muy llamativas y suelen encontrarse en zonas de parques y jardines. Tienden a proliferar en zonas con pinos y se las reconoce fácilmente ya que andan por el suelo o por el tronco de los árboles formando una fila o “procesión”.

Ciertas condiciones climáticas, como altas temperaturas o ausencia de lluvias, fomentan la proliferación de la oruga procesionaria. Aunque las fechas en las que suele aparecer son más avanzadas, es cierto que este año ya han aparecido en numerosas zonas.

¿Qué puedo hacer si mi perro se acerca a las orugas procesionarias?

Es fundamental la prevención, ya que el contacto de las orugas con nuestros peludos puede ser incluso mortal. Inspecciona bien la zona donde vas a pasear con él, asegúrate que no haya oruga procesionaria y, en cualquier caso, mantente alerta por si el animal quiere acercarse a algún sitio en el que no estés segur@ de si hay o no.

En caso de que, a pesar de haber prevenido el contacto, este se diera, vamos a ver qué efectos puede tener en perros.

Efectos del contacto con la oruga procesionaria en perros

Normalmente, los perros van a acercarse a ellas para olfatearlas, algo que es muy normal. El peligro radica precisamente en el olfateo, ya que pueden inhalar esos pelillos que se llaman tricomas. En los tricomas es donde precisamente la oruga porta su veneno y al inhalarlo, puede producir urticaria, reacciones alérgicas e incluso la muerte.

Esto en cuanto a la inhalación, pero si el perro llega a comerse el insecto, el veneno de la oruga puede producir necrosis en la garganta y en la lengua. Además, eso haría que la intoxicación llegase al esófago y al estómago, lo que podría producirle vómitos, problemas respiratorios, inflamación de las zonas afectadas, incluso la muerte.  

Los síntomas de intoxicación por procesionaria son inflamación de la piel, irritación en patas o zonas de contacto, irritación facial y ocular y daños inflamatorios en la lengua. Si no estás segur@ de que el perro haya tenido contacto con la oruga procesionaria, pero observas que tiene problemas para respirar, estornuda muchas veces o tiene inflamación en algún punto de la cara o la lengua, sin duda pueden ser síntomas de que se ha intoxicado.

¿Qué hacer si mi perro se ha comido o ha tenido contacto con la oruga procesionaria?

En primer lugar, no limpies a tu peludo con agua fría, sino con agua tibia. El agua fría activa el tóxico de la oruga. Procura limpiar la zona con agua, solo si el contacto ha sido superficial. No frotes la zona afectada, ya que eso haría extenderse el agente tóxico.

Si el perro se ha tragado el insecto, probablemente la intoxicación haya llegado al esófago y al estómago y le esté provocando vómitos. En cualquier caso, debes llevar al perro a un especialista lo antes posible, para que pueda tratar la reacción que esté teniendo. Como decimos, en caso de ingerir uno de estos animales, las consecuencias pueden ser nefastas.

Por ello, recomendamos, ante todo, precaución. Evita pasear por zonas con pinos y si tienes que hacerlo, mantén a tu peludo contigo, no dejes que vaya por zonas que no hayas podido comprobar. En caso de un encuentro inesperado, lleva siempre contigo una botella de agua tibia, para aliviar los posibles efectos cuanto antes y acude con urgencia al veterinario.

¡Cuida a tu peludo!

 

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